El Correo, 30/10/2024: 143 vueltas en El Corte Inglés para alimentar a mil familias

Javi Conde y Jon Salvador corren diez millas en la sèptima planta del centro comercial bilbaíno, en un acto con fines solidarios donde recaudan siete toneladas para el Banco de Alimentos.

El Correo, Miércoles, 30 de octubre 2024, 21:23: https://www.elcorreo.com/deportes/mas-deportes/143-vueltas-corte-ingles-alimentar-mil-familias-20241030212309-nt.html

Javi Conde y Jon Salvador han reanudado con éxito su larga lista de retos en diferentes escenarios de Bizkaia. Ayer, tras casi hora y media de esfuerzo (1.29.08), completaron las Diez Millas Solidarias impulsadas por El Corte Inglés en su séptima planta. Allí, en la pista de atletismo diseñada en la sección de deportes, los dos maratonianos vizcaínos han completado esta tarde16,090 kilómetros tras dar 143 vueltas a un anillo de 112,7 metros. En pleno horario comercial, con clientes que realizaban sus compras o disfrutaban de una consumición en la cafetería, Conde y Salvador han añadido un nuevo éxito a su cuenta de actividades solidarias que como resultado permitirá alimentar a mil familias.

¿Cómo lo han conseguido? «Teníamos claro que tenía que tener fines solidarios», explicó Jon Ciriero, director de El Corte Inglés, durante la presentación del acto, algo muy en la línea de lo que siempre han hecho los dos maratonianos vizcaínos. De ahí surgió la posibilidad de colaborar con el Banco de Alimentos de Bizkaia, cuyo presidente, Luis Crovetto, agradeció recordando que «siete toneladas de alimentos que se han recaudado en este evento significan ayudar a mil familias». La aportación de firmas como EL CORREO, Under Armour, los ayuntamientos de Etxebarri y Basauri, el Gobierno vasco a través de la Fundación Hazi, Bikainak y Artiach resultó determinante para dar forma con su aportación económica al impulso de El Corte Inglés.

La serie vio la luz a raíz de la idea de Conde de completar todos los maratones olímpicos y paralímpicos con fines solidarios. En marzo de 2012, Conde y Salvador se subieron a lo alto del Puente de Bizkaia para realizar un maratón, y después llegaron los de la Gabarra, el Sifón de Deusto, Pozalagua, Gaztelugatxe y el Árbol de Gernika, último antes de que la pandemia frenara este tipo de actuaciones por parte de los dos maratonianos, que alumbraron este nuevo proyecto casi de casualidad. «Si hay una pista en lo alto de El Corte Inglés, será para correr en ella», vinieron a decir.

La hora de la verdad

Seis meses de preparativos que culminaron esta tarde con la puesta en escena de los protagonistas, que desde las seis de la tarde ya estaban enfrascados en los preparativos. Había que calentar bien y adaptarse de nuevo a una pista en la que ya habían entrenado. «Se trata de un piso duro que exige bastante. Lo bueno es que son tres calles y nos da espacio suficiente para correr los dos juntos», explicaba Jon Salvador.

El escenario ha resultado de lo más sorprendente. En el mismo espacio coincidían voluntarios del Club Atletismo Javi Conde, responsables de cronometraje, vendedores de material deportivo, clientes que al hacer sus compras se encontraban con dos atletas de aquí para allá jaleados por sus seguidores… Lo cierto es que la séptima planta del centro comercial ha estado de lo más ajetreada durante casi dos horas, el tiempo en el que Conde y Salvador han convertido ese escenario en una fiesta del atletismo, como lo han hecho en cada lugar emblemático al que han llevado sus retos solidarios.

A las siete y media, con puntualidad británica, por aquello de estar en El Corte Inglés, ha comenzado el reto de las Diez Millas, una distancia también muy adecuada al escenario. «Queríamos hacer un guiño al centro comercial que tantas facilidades nos ha dado para celebrar este reto y de ahí que planteáramos correr diez millas».

Con la salida efectuada por el padre de Javi Conde el marcador comenzó a acumular vueltas rumbo a esas 143 que eran final de destino. Primero han arrancado en el sentido contrario a lo habitual en una pista de atletismo, pero a los diez minutos han cambiado la forma de girar. Se trataba de ‘conservar’ al máximo posible la mecánica, esas piernas que tantos y tantos kilómetros llevan acumulados entre la trayectoria deportiva de ambos y los retos solidarios a los que se han acostumbrado.

Las vueltas pasaban y las caras de sorpresa de los clientes iba en aumento. «Ese es Conde, ¿no?», preguntaba un visitante al ver pasar al maratoniano de Basauri. «Está haciendo un maratón», se asombraba por su parte una señora que ayer descubrió que para cruzar la pista de atletismop pintada en el suelo de la planta de deportes había que mirar a un lado y a otro, como si de cruzar un paso a nivel sin barreras se tratara. Cada 37-38 segundos pasaba el dúo de atletas mientras la abuela buscaba el top deportivo más adecuado para su nieta y la vendedora enseñaba a la madre y su hijo el excelente tejido del pantalón corto que deseaba comprar. Conjugar la actividad comercial habitual con una carrera se convirtió en el principal reto de los voluntarios y de los responsables de El Corte Inglés, saldado con buena nota.

A las nueve de la noche, ambos celebraban la finalización de esos 16 kilómetros largos en un escenario muy diferente a los anteriores. La sonrisa con la que corrieron la mayor parte de esas 143 vueltas les delataba. La experiencia había sido un éxito y el objetivo culminado. Siete toneladas de alimentos ya han viajado rumbo al Bando de Alimentos de Bizkaia. Un acto simbólico que era la esencia del reto con el que ambos maratonianos regresaron a su actividad favorita, y aunque no fue un maratón como acostumbran, no estuvo exento de exigencia. «Ha sido muy duro», coincidieron en su resumen.

«Ha sido una gran experiencia, pero se ha hecho dura porque el piso es muy duro y desde el primer momento se ha notado en las articulaciones. Pero bueno, con el apoyo de la gente, del buen ambiente que hemos tenido durante toda la prueba, lo hemos sacado adelante, que era de lo que se trataba porque al final tiene un componente solidario muy importante», ha destacado Conde.

Salvador, por su parte, ha reconocido que el ritmo había sido más exigente de lo esperado. «Pensábamos tardar en torno a hora y 35 minutos, pero cuando hemos visto el ritmo que llevábamos, nos hemos dado cuenta que íbamos a bajar de hora y media, lo cual nos deja muy satisfechos, pero te aseguro que se ha notado el ritmo y que nos ha costado».

Por parte de El Corte Inglés, su director Jon Ciriero estaba más que satisfecho con lo vivido en el centro comercial, un evento nuevo y que «ha dado mucha vida a la zona durante el tiempo de la carrera. Estamos muy contentos de que haya salido todo a pedir de boca».

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